Imitación chapa galvanizada
Reciclado de balde plástico de albañil
¿Te gusta la chapa galvanizada?. A mí sí.
Y este balde que parece de zinc, o galvanizado, me encanta, realmente.
Salvo que no es de zinc, es un balde plástico de albañilería, que convertí en porta maceta con esta imitación de metal que te cuento.
Comencé con un balde plástico negro.
Lo limpié bien y pasé una lija para generar una superficie mordiente.
Con lo que me quedaba de un aerosol plateado, cubrí en forma despareja todo el balde por dentro, por fuera y en la base.
Una vez seca esa pintura, tomé acrílico blanco y acrílico negro, los mezclé en forma despareja, sin mucho cuidado, para lograr varios tonos de gris.
Luego, probé con algunos elementos para manchar, el que más me gustó fue la esponja marina.
Fui tomando pintura y ponceando toda la superficie, dejando a la vista algo del plateado de base.
La idea es lograr varias tonalidades de gris, blanco, apenas negro, tratando de imitar la chapa.
Una vez satisfecha del resultado, dejé secar bien, y pasé una lija 600 para suavizar.
Una transferencia, y dos manos de barniz poliuretánico satinado.
Creo que me salió lindo, y realmente estallé de alegría cuando un amigo lo vio y fue a levantarlo, pensando que era pesado, de metal... Como ves, le dije, las apariencias engañan.
Me parece que voy a hacer algunos más, estos baldes son súper económicos y vale la pena decorarlos, ya sea para el jardín o para cualquier ambiente, quizás para guardar ovillos de lana, o toallas en el baño, o también para los paraguas pequeños que usamos ahora. En la cocina podrían quedar de película también!
Estoy muy contenta con este trabajo, espero que te guste también, y ojalá sea inspiración para que hagas algo parecido, sería un orgullo y una satisfacción muy grande para mí que te sirviera de disparador de ideas!
Con esta última foto de mi balde te dejo por hoy, me voy a bordar un rato.
Como siempre agradezco tu visita, ya sabés que esta es tu casa!
Besos mil!!!!
Y este balde que parece de zinc, o galvanizado, me encanta, realmente.
Salvo que no es de zinc, es un balde plástico de albañilería, que convertí en porta maceta con esta imitación de metal que te cuento.
Comencé con un balde plástico negro.
Lo limpié bien y pasé una lija para generar una superficie mordiente.
Con lo que me quedaba de un aerosol plateado, cubrí en forma despareja todo el balde por dentro, por fuera y en la base.
Una vez seca esa pintura, tomé acrílico blanco y acrílico negro, los mezclé en forma despareja, sin mucho cuidado, para lograr varios tonos de gris.
Luego, probé con algunos elementos para manchar, el que más me gustó fue la esponja marina.
Fui tomando pintura y ponceando toda la superficie, dejando a la vista algo del plateado de base.
La idea es lograr varias tonalidades de gris, blanco, apenas negro, tratando de imitar la chapa.
Una vez satisfecha del resultado, dejé secar bien, y pasé una lija 600 para suavizar.
Una transferencia, y dos manos de barniz poliuretánico satinado.
Creo que me salió lindo, y realmente estallé de alegría cuando un amigo lo vio y fue a levantarlo, pensando que era pesado, de metal... Como ves, le dije, las apariencias engañan.
Me parece que voy a hacer algunos más, estos baldes son súper económicos y vale la pena decorarlos, ya sea para el jardín o para cualquier ambiente, quizás para guardar ovillos de lana, o toallas en el baño, o también para los paraguas pequeños que usamos ahora. En la cocina podrían quedar de película también!
Estoy muy contenta con este trabajo, espero que te guste también, y ojalá sea inspiración para que hagas algo parecido, sería un orgullo y una satisfacción muy grande para mí que te sirviera de disparador de ideas!
Con esta última foto de mi balde te dejo por hoy, me voy a bordar un rato.
Como siempre agradezco tu visita, ya sabés que esta es tu casa!
Besos mil!!!!