miércoles, 8 de julio de 2020

VIAJAR, VIAJAR!!!


Recuperación de valija antigua

Decoupage con mapas y hojas de libros viejos



Había planeado un hermoso viaje para este año. ¡Un viaje maravilloso! 
Peeero, el virus y la cuarentena hicieron lo suyo, y el viaje quedó suspendido, quien sabe hasta cuándo.



Igual, soñé que recorría el mundo mientras pensaba en recuperar esta valija de gran tamaño, que hace bastante tiempo estaba dando vueltas por casa, ya que no tenía ni tiempo ni ganas de meterle mano.


Así llegó: sucia, con la superficie agrietada, el interior en estado lamentable.



Primero la limpié muy bien, con desengrasante.
Por dentro, con humedad y calor fui despegando el revestimiento, que era de papel. La valija es de cartón, me costó lo suyo que no se siguiera deformando mientras la trabajaba.



Una vez limpia, le di imprimación blanca por dentro y por fuera.



Ya seca la imprimación, una mano de pintura al agua blanca en el interior.



Por fuera, un gris muy clarito y en los bordes, el mismo gris mezclado con un poco de tierra de siena.






Presentando los papeles para el decoupage, obvio que pensé en mapas antiguos, planos de ciudades, todo lo relacionado a los viajes.



Y por dentro, las páginas de Viaje al centro de la Tierra, por supuesto!!!



No destrocé un libro, estos eran unos fascículos que venían con el diario, y guardé especialmente para hacer este tipo de trabajos, ya que el papel es naturalmente amarillento, envejecido como me gusta.



Y así, pegando estas láminas, me fui alrededor del mundo. Y soñé con barcos, aviones, trenes, dí paseos por París, por Florencia. por Madrid.... Una excursión inolvidable!



Y conocí los mares, las estrellas  de otros cielos ....



Aunque no me moví de casa. respetando el aislamiento, mi corazón estuvo un poco loco dando vueltas y vueltas por toda la Tierra.



Para protección, dos manos de barniz poliuretánico semi mate. 
Como es una valija realmente grande pude ordenar bastante, metiendo objetos a reciclar, y algunos materiales que no uso frecuentemente. 

Y aunque no me mueva de casa, siempre estoy viajando, caminando, paseando en mi corazón. Sólo con abrir un libro y adentrarme en sus páginas conozco paisajes y costumbres y personas.

Leyendo puedo transportarme donde quiera que el autor me lleve. He estado en el carnaval de Florencia, en el siglo XV, de la mano de Manucho Mujica Lainez, y estuve en el mundo del futuro con Ray Bradbury... que también me transportó a Marte... sin moverme de abajo del árbol del patio de casa.

Y ahora me voy a visitar blogs, que es viajar un poco también.

¡¡Besos mil!!!