viernes, 28 de octubre de 2016

Alicia y la mesa redonda parte 2


Hola! Antes que nada te cuento que me voy al finde frugal de Marcela Cavaglieri, para compartir con las chicas este trabajo y admirar las maravillas que cada semana presentan...
Dicho esto, te muestro la mesa redonda terminada, y te cuento cómo la lustré.


¿Te acordás que el viernes pasado le hice una imitación madera con esponja?

Bueno, ahora tocaba lustrarla.

Primero hice una muñequilla, con un trozo de camiseta de algodón bien viejita, a la que rellené con estopa de algodón, o hilaza. Si se ve como manchada es que está manchada, ya que la usé para limpiar pinceles con tintura, luego la lavé, pero las manchas no salieron.



La muñequilla me gusta hacerla del tamaño de mi puño, para que sea fácil de manipular.



Luego, antes de cerrarla, vuelco un poco de lustre sobre la estopa, que se humedezca bien pero que no chorree. 
Cierro la muñequilla, retorciendo la tela, y descargo un poco  sobre el dorso de mi mano, para probar cuanta humedad tiene.
Si estoy satisfecha, empiezo a pasar sobre la madera, con movimientos de "e". Sí, de e minúscula, como haciendo rulitos, por partes pequeñas, hasta que cubro toda la pieza.



Dejo secar, tarda media hora más o menos porque el lustre se diluye con thinner, que es de secado rápido, y doy una segunda mano, esta vez en vertical, como la veta de la madera.
Y una tercera mano, igual que la segunda.
Así, podés darle hasta cuatro pasadas.
Yo me quedé en tres, y ya está.

Edito y aclaro, ya que me he dado cuenta que los productos pueden cambiar de nombre en los diferentes países: El producto que uso se llama tinta lustre, su nombre comercial es LOXON, viene en diferentes tonos y también incoloro, que es el que yo usé. No pongo fotos del envase, porque me lo facilita una fábrica de muebles que funciona cerca de casa, ellos lo compran en latas enormes, y yo uso sólo ocasionalmente pocas cantidades.
El thinner es el diluyente que se usa para este producto, es una mezcla de disolventes derivados del petróleo, es parecido al aguarrás, pero no aceitoso como ella, por lo que su secado es muy rápido. 



Te confieso que no me termina de convencer el resultado, pero bueno, como experimento me sirve para tomar nota de los pasos, materiales que usé, y defectos a mejorar para la próxima...

...Me gusta experimentar, probar materiales, combinar técnicas, y a veces sale bien, otras no tanto. Como todo en la vida. 
Lo lindo es seguir intentando. No desanimarse frente a los fracasos, armarse de un montón de paciencia y aprender de los errores, para mejorar. 
Nos vemos la semana que viene, pasalo lindo, disfrutá el fin de semana. Te dejo un gran abrazo, y ya sabés, pasá cuando quieras, tu visita me alegra la vida.

viernes, 21 de octubre de 2016

Alicia y la mesa redonda parte 1


Imitación veta de madera




Alicia tenía una mesa redonda.


Durante muchos años, en la cocina de su casa, esa mesa sufrió los "descuidos" de los chicos, que hacían la tarea de la escuela y sin querer rayaban su sobre, y las quemaduras que una mamá apurada le provocaba, al olvidar poner un salvamantel antes de apoyar las fuentes y asaderas calientes.
Una vez, mientras hacían un experimento de química, le cayó una sustancia ácida que la marcó de por vida, pobre y sufrida mesa.
Así siguió prestando servicios hasta que Alicia encontró la mesa de sus sueños, y, sin consideración, descartó a la pobre y estropeada redonda, que durmió en un rincón hasta hoy.
Hoy te toca, le dijo.
Y le quitó el barniz con removedor. Luego una buena lijada. Y dos manos y media de esmalte al agua blanco puro.


La foto de las patas pintadas te las debo, no salieron bien.

Con la tapa, no se decidía ya que estaba tan fea, con el enchapado saltado, rajado, quemado...
Hasta que se dijo que peor de lo que estaba no podía quedar, entonces comenzó con una buena limpieza.



Y esta vez sí usó la lija. Bastante, pero con cuidado porque no es madera maciza sino enchapada, y no es cuestión de sacar toda la chapa, sólo el barniz .



¿Se nota la diferencia entre la parte lijada (izquierda) y la parte sin lijar?



Ahora, la masilla para madera, color roble.
Aplicada con espátula en capas muy finas, dejando secar bien, y  lijando suavemente antes de dar otra mano. Estos pasos se repiten hasta que la superficie quede pareja y uniforme.



Ahora, Alicia la miró y consideró dos caminos: pintarla, o lustrarla.
No la quiere pintada.
La lustrará. ¿Pero y las partes masilladas? No quedan igual que la madera. El tinte no se absorbe igual, y las vetas desaparecen bajo la masilla...
Entonces sacó sus esponjas "veteadoras" y tintes de varios colores que diluyó con un poco de agua, y comenzó a tratar de imitar las vetas de la madera.  Usó colorantes roble, caoba y cedro.
Las esponjas son trozos rectangulares de gomaespuma, que se moldean con un destornillador o un clavo calentad al fuego, para producir esos agujeros y canales. 



Moja una esponja con tinte caoba, y hace un trazo perpendicular a su cuerpo, o sea de adelante hacia atrás.
Toma otra esponja, y con color roble hace una pasada al lado, un poco encimada.
Y así hasta completar toda la tapa de la mesa.
Eso es porque si trabaja de costado, de izquierda a derecha, siempre queda el trazo como curvado. O por lo menos eso le pasa a Alicia. En cambio, si trabaja en vertical, desde el  cuerpo hacia afuera, le quedan los trazos más parejos y derechos.



Como jugando pasa una esponja con un tinte, con otra esponja pasa otro, cubre o encima algunas pasadas, imitando las vetas de una madera que no existe más que en su imaginación. Y en esta mesa.
Luego hace los bordes igual. 
Y deja secar muy bien.




Una vez conforme con el color, toca lustrar.
Lo hará con lustre al thinner, que seca muy rápido y es incoloro.

Peeeero, como en las novelas, esta historia continuará... porque hace una semana que llueve en Rosario, y no es conveniente ni sano lustrar al thinner con humedad alta y en un ambiente cerrado.
Esperará hasta que el tiempo le permita trabajar afuera, o adentro pero con puertas y ventanas abiertas.

Por eso, será hasta la semana que viene.
Mientras tanto, me voy al finde frugal de Marcela Cavaglieri, no me quiero perder esta cita con la creatividad!!!
Chau, pasá cuando quieras, y te espero el viernes, así te muestro cómo termina la historia... Besos mil.



viernes, 14 de octubre de 2016

La otra mirada


Bandeja y posa fuente de madera


Técnica de teñido y estarcido



Un domingo de paseo por el Tigre con mis amigas.
El río, el sol, puestos al aire libre, viveros, galerías comerciales, viveros, puestos de artesanías, viveros... adivinás qué compré?
¡Sí, plantas!
Pero también traje otras cositas, entre ellas estas tablas para pizza. Son de pino, bastante rústicas, pero me gustaron mucho. Sobre todo por el precio, estaban casi regaladas, y como compramos muchas, nos hicieron descuento.
Mientras las compraba, mi cabeza imaginaba las cosas que podía hacer con ellas: desde una mesita bien rústica, con patas de hierro, hasta un reloj, o un cuadro para la cocina...


Tengo esa manía de mirar los objetos y ver más allá, o para el costado, no sé bien cómo explicarlo, pero seguro que me entendés.
Entrecierro los ojos y veo no sólo lo que estoy mirando, sino todo lo que se lograría con una mano de pintura, o una moldurita, o quitándole "ese tirador horrible de plástico"... 
... Porque un marco de fotos puede ser mucho más que un marco de fotos, un trozo de madera se puede convertir en candelabro, y una tabla para pizzas es muy factible que se transforme en una bandeja o un posafuentes...
Porque las que miramos con otra mirada, solemos transformar los objetos que caen en nuestras manos.
Por eso te muestro cómo vi yo esta tabla de pino, mirando con esa otra mirada. 

Paso a paso

Primero la lijé bien, con lija mediana y luego fina.



Quería hacerle algún detalle, así que busqué mis esténciles.
Presenté varias plantillas, hasta que di con la que me gustó más.
La fijé con cinta, y con una muñequilla de gomaespuma comencé a estarcir el diseño.



Ya sabés que hay que descargar un poco la esponja en un papel antes de poncear, para que no se traspase la pintura.
A golpecitos se va pintando.



Fijate que fui ubicando la plantilla en diferentes posiciones, para variar un poco. No se nota mucho, pero no quería hacer un dibujo demasiado uniforme.



Repetí el proceso hasta  completar la vuelta.



Apenas terminé de usar el estencil, lo sumergí en agua con detergente. Luego de unos minutos la pintura sale sola, sin necesidad de fregarlo con esponja.



Luego que secó bien la pintura, una lijadita muy suave, para desgastar un poco el diseño, si te gusta. Si no, lo dejás así. A mí me gustan los estarcidos no muy nítidos,  con poca carga de pintura. 
Y luego, el teñido.
Usé aceite de lino y entonador universal, previamente disuelto en un poquito de trementina.



Se pasa con una esponja, o con pincel, lo que te quede más cómodo, y se retira el excedente con un paño de algodón que no deje pelusa.
Este paso se repite hasta quedar satisfecha con el resultado. Mientras más veces se le pase tinte, más oscuro va a quedar.



Una vez seco, sólo queda sacarle brillo con un trapo de lana, y listo.
Acá ves la tabla con una mano de lustre.



En esta foto, con tres manos. Fijate cómo tomó un tono más profundo. No quedó exactamente como me imaginé, el tinte decía que era color nogal, pero nada que ver. Igual está linda mi redondita.



Quedó una pieza rústica, que me gusta bastante por su simplicidad. Se puede usar como bandeja para llevar la pava y el mate al patio, o como posafuentes, todo depende de tu mirada. 



Como no está barnizada, se pueden apoyar objetos calientes, se puede lavar y sólo se necesita una pasada de aceite de lino de vez en cuando para que retome su brillo satinado.



¡Ojalá este trabajo te pueda servir de disparador de ideas, como a mí me inspiran todos los viernes Marcela y todas las chicas que participan de los findes frugales!
Ahora me voy para allá, no sin antes recordarte que sos bienvenida a esta casa, que te espero siempre y me llena de felicidad tu comentario.
Besos mil!