Reciclado de jaula para el jardín
Me la regalaron, sabiendo que no puedo resistirme.
Me la pusieron por delante, así, toda oxidada y despintada.
¡Ni la dejé tocar el suelo, porque estamos en primavera y apenas la vi supe qué iba a hacer con ella!
Mis amigas tienen jaulas antiguas preciosas, llenas de plantas suculentas.
¿Cómo podía ser que yo no tuviese una?
Era algo que faltaba en mi patio.
Entonces tomé un cepillo de acero, varios rollos de viruta y la rasqué por todos lados, para desprender los restos de pintura y óxido.
Luego una mano de imprimación blanca en aerosol, y cuando se secó dos capas de esmalte en aerosol, también blanco, por supuesto.
Como te habrás dado cuenta, es una jaula que nunca encerró un pájaro. Es meramente decorativa, no tiene piso para apoyar macetas.
Peeero, mirá por donde, días atrás había juntado de la plaza un manojo de claveles del aire que una tormenta de viento tiró.
Estaban secos y un poco pisoteados, pero así y todo me pareció ver un conato de flor...
Los traje a casa y los metí en un bol con agua, para hidratarlos a ver si revivían.
Y sí, son plantas súper fuertes!
Los acomodé como pude, pensaba atarlos pero no hizo falta.
Se sostienen bien entre los barrotes de la jaulita.
Con hilo de yute hice una especie de trenza, con nudos de macramé, por el gusto de adornarla con algo.
Y la colgué primero de la cina cina, pero me pareció que quedaba muy expuesta al viento, que ya las había dañado.
Me gustó más ubicarla contra la pared, resalta bien sobre el color tanino.
Y fijate, están floreciendo!
Como agradecidas de que las haya traído, contentas en su casa recién pintada.
De verdad te digo, el trabajo manual conjuntado con la jardinería es la mejor terapia que existe. No hay satisfacción más grande que ver crecer y florecer estas amigas verdes, que agradecen los cuidados que les damos, con la magia de sus floraciones.
Con este reciclado bien frugal, me voy corriendo al finde de Marcela Cavaglieri, para darme el gusto de llenarme de inspiración y buenas ondas, con los trabajos de las chicas!
Te dejo miles de besos, y ya sabés, pasá cuando quieras, tu visita me alegra la vida!
Con este reciclado bien frugal, me voy corriendo al finde de Marcela Cavaglieri, para darme el gusto de llenarme de inspiración y buenas ondas, con los trabajos de las chicas!
Te dejo miles de besos, y ya sabés, pasá cuando quieras, tu visita me alegra la vida!