lunes, 25 de marzo de 2019

PLANTAR UN JARDÍN


Balde de zinc reciclado


Plantar un jardín es creer en la vida... Hace un tiempo leí una frase parecida, y me quedó grabado el sentido. Sembrar es tener fe en el mañana, es creer que hay un mañana.
Creer que a pesar de las caídas, los dolores, los sinsabores, la vida es hermosa y hay que vivirla lo mejor posible.
Y si se puede, plantar un jardín.
Las plantas, la naturaleza, el cielo. El regalo de una flor.
Cuidar esa pequeña ramita hasta que se convierte en un arbusto lleno de vida.
Y la vida es eso, empezar todos los días, dar lo mejor de sí para que merezca la pena cada minuto de este regalo que a veces no valoramos como deberíamos.
También es parte de vivir tratar de arreglar o reparar las heridas que son parte del existir...


Por ejemplo este pobre balde que  conoció días mejores, y cuando me lo dieron casi casi lo descarto. Estaba lleno de pegotes de cemento, roto en varios lugares, abollado a más no poder. 
Todas cicatrices del duro trabajo a que fue sometido.



Quise darle una nueva oportunidad, vestirlo de colores, hacerlo parte de mi patio ajardinado. Recuperarlo, para que vuelva a ser útil.
Porque es un regalo, de una amiga querida que sabiendo mi pasión por los objetos aparentemente irrecuperables, me lo dio para que tratara de "hacerle algo", o tirarlo.
¡ De lo segundo, nada!!!


Primero fue tratar de tapar los numerosos agujeros, cerrarle esas heridas, reparar los abollones a puro martillo.



Luego por las dudas, una capa de antióxido, que además de protegerlo, ayudaría a la adherencia de la pintura.



Después, dos manos de pintura ¿Adivinaste? ¡¡Verde menta!!!
Dos imágenes transferidas, no te cuento el método porque ya lo expliqué en otra entrada.




Integración y envejecimiento. Es un balde viejo, y quiero que se siga viendo viejito, vintage. Oxidado, un poco sucio, golpeado... 



Sé que se ve abollado, pero es la idea. Respetando su esencia, ahora es un porta macetas que alegra mi patio.





 Me gusta tanto, con todos sus defectos!



Porque no es lindo lo que es lindo, sino lo que a uno le gusta, lo que uno ama.



Por hoy te dejo, con un abrazo grande. ¡Gracias por pasar, esta es tu casa!
'Besos mil!!!!


lunes, 4 de marzo de 2019

ENMARCANDO


Reciclado de marco con decoupage



Un marco viejo, que pinté de blanco.



Varias  servilletas con colores hermosos. Algunas enteras, de otras sólo trozos. La gran mayoría regalo de mi querida hermana Inés, que es una dulzura de persona.



Luego el trabajo de cortar, presentar, elegir qué pedacito de servilleta pegar en cada parte del marco.

La paciencia de reacomodar cada trozo para lograr un collage armónico. Puse especial cuidado en usar las servis de mi hermana, así cada vez que mire este marco, la tendré presente. 

Romper el cuadro con un poco de textura.



Un blanco cálido.



Una plancha de corcho.



Mis postales vintage, algunas chucherías coloridas.



Por supuesto que esta plancha albergará papeles más cotidianos, como por ejemplo las boletas de la luz, el gas, etc., pero por ahora me miran las postales de chicas del siglo pasado, rodeadas de un jardín antiguo, con rosas y flores silvestres, nidos de aves, el brillo del sol en los destellos dorados y algunos arabescos que recuerdan las rejas de una ventana donde una enredadera podría sujetar sus ramas cargadas de pimpollos.



Y en ese marco colorido, mi queridísima hermana que está siempre junto a mí, así como sé que estoy junto a ella, separadas por kilómetros de distancia, acercadas por ese hilo de amor que une nuestros corazones.

Ahora voy a tratar de terminar otro trabajito, esta vez para mi patio.

Gracias por pasar, vení siempre que quieras, esta es tu casa!!! Besos mil!!!