martes, 14 de abril de 2020

APLASTANDO LA LATA

Reciclado de latas



Y si, el jardín me tira, me puede, las plantas y sus continentes ....
Las vi navegando por la red y me enamoré.
Aprovechando lo que tengo, me puse a aplastar latas de duraznos, que como todas, tenía "porque para algo pueden servir"



Primero hay que desfondarlas, así, con el abrelatas; quedan como un caño. Para que duren más, una o dos manos de pintura en aerosol blanca, o antióxido blanco.



Después, con las manos se va apretando uno de los extremos, suavemente, hasta donde se pueda.



Lo que falta, se puede hacer en la morsa, o con una pinza. También se logra con un martillo.


Yo dejé una pequeña luz abajo, como para que drene el agua de riego.


Dos perforaciones para pasar un alambre. Se pueden hacer con un taladro y mecha fina, o con un punzón y martillo.



Con un alambre que sea bastante maleable se hace el asa, para colgarla. Solo se pasa por los agujeritos, y se hace un pequeño rulito para que no se salga.
Me olvidaba, luego del antióxido le di una mano de acrílica blanco antiguo, con esponjita.





Usé algunas fotocopias que encontré en el cajón de las sorpresas. Creo que todas tenemos ese cajón donde guardamos todo lo que encontramos, rescatamos, juntamos, porque más adelante se puede hacer algo.


Esténciles, sellos, lo que fui probando y me gustó. Motivos alegres y primaverales, románticos, para intentar levantar el ánimo, pensar en los días soleados, la fragancia de las rosas. el brillo del sol....


A estas les pegué letras de plástico que pinté con acrílico; tengo una caja llena, que rescaté cuando las estaban tirando en un establecimiento cercano a casa... como te decía, ese cajón mágico donde puede aparecer cualquier cosa.


Colores vibrantes, para la palabra heart, corazón en inglés, corazón para ponerle fuerzas a estos momentos difíciles. 


Por último dos manos de barniz brillante, que me parece aguanta más la intemperie, y a colgarlas en la reja de la ventana de la cocina.


Salgo y las miro, mientras me tomo unos mates calentitos aprovechando las tardes de sol. El otoño está siendo bastante templado,  lo que agradezco, por lo menos se puede salir al jardín y rodearse de verde y aire y sol.





Bueno, me saqué el gusto de hacerlas, por acá son furor, y quién no tiene una lata guardada, para entretenerse en estos tiempos cuarentenosos. 
Por hoy te dejo, me voy a visitar blogs que admiro, a ver qué cosas bonitas están haciendo las artesanas del mundo. Te dejo un cariño grande, cuidate mucho, y ya sabés que es una alegría para mí que pases por acá. Besos mil!!!!

viernes, 3 de abril de 2020

LA MESA REDONDA

Pátina blanca en madera de roble



La encontró Claudio, el esposo de Dani, tirada en una terraza.
Estuvo años en un rincón de la casa, y sufrió un percance a manos de la perra de la familia.
Yo tomaba clases de bordado con Dani, una profesora maravillosa, y un encanto de persona.
Miraba esa mesa, y se me iban los ojos por meterle mano, porque estaba opaca, no lucía.
Un día, charlando entre hilos y lanas, Daniela me confesó que le gustaría darle una pátina blanca. 
Yo le mostré foto de mi aparador de roble, y se enamoró.



Mirá qué bonitos tallados!!!



Acá se ven mejor.



Esas manchas son nudos que hacen un efecto desagradable, vamos a tratar de atenuarlos un poco.



Ya en casa, le dí una buena limpieza, a la izquierda se aprecia la diferencia.



 Luego procedí a tratar de atenuar las manchas negras, tratándolas con ácido oxálico.



Se nota que están menos negros, ya no contrastan tanto con el resto de la madera.



Preparé una pátina grasa a la cera y todo fue poner pátina, sacar pátina, dejarla de un día para otro a ver cómo quedaba, y así hasta que Dani, viendo las fotos que le mandé por WhatsApp me dijo "ya está, así me gusta".




En la parte de abajo, después de reforzar con epoxi los tirantes comidos, decidí colocar un círculo de MDF imitando madera y pátina.



Estamos en cuarentena y no se puede salir a comprar nada, así que nos arreglamos como podemos.



En detalle el lateral.



La tapa. Abajo a la derecha, los nudos que eran casi negros.



Otra vista de cerca.



Así quedó, esperando que pase todo este tema del distanciamiento social y se pueda ir a su casa, donde la esperan con ansias.



Espero que donde estés, te encuentres bien. 
Agradezco la posibilidad de poder conectarnos por este medio, acercarnos un poquito y acortar las distancias, para poder llevarte un gran saludo, un abrazo enorme y el deseo de salud para todos, ese bien tan preciado y que a veces no valoramos lo suficiente. 
Si querés pasar por mi  entrada anterior, actualicé y subí fotos de mi cocina con las puertas pintadas!!! 
Y ya sabés que esta es tu casa, gracias por pasar, te espero siempre, besos mil!!!