Reciclado de cilindro de madera
Contenedor de elementos de jardinería
Y sí, como no podía ser de otra manera, tenía que hacer algo para mi patio jardín.
Esta es la otra mitad del tronco ahuecado, que te mostré el otro día.
El proceso fue igual, si querés lo podés
ver en esta entrada, sólo que a este le hice transferencia de imágenes sobre la madera natural.
Quería ver cómo quedaba el transfer sobre un fondo oscuro... Y me gustó bastante. Tiene ese aspecto vintage, antiguo, como oscurecido por el paso del tiempo.
No te pongo el paso a paso de la transferencia, porque lo expliqué cuando hice
los tarromacetas.
La imagen de las flores, al ser de colores más vivos, quedó mejor.
El corazón lo tuve que retocar, porque se perdía ya que era de tonos más suaves. La verdad es que casi ni se aprecia, pero lo dejé igual, si lo mirás de cerca se ve el corazoncito translúcido.
Dato a tener en cuenta: sobre madera al natural o superficies oscuras, elegir motivos de colores subidos: rojos, naranjas, azules, pero bien definidos y hasta te diría chillones. Al transferirse sobre fondo oscuro, se apagan.
A la unión de la caja con su base, decidí cubrirla con un retazo de corcho que tenía dando vueltas por ahí. Como este material es bastante resistente al agua y la caja va a estar en el patio, corre peligro de mojarse un poco con las trapeadas o el agua de riego.
Para la tapa, corté un trozo de fibrofácil con la forma de la boca del contenedor. Lo cubrí con tela de arpillera, que pegué con bastante cola de carpintero diluida con agua. Una vez bien seco, recorté por el borde con tijera afilada.
Dejé secar bien y le di una buena mano de pegamento por encima, insistiendo bastante en los bordes, para asegurar el correcto pegado y prevenir el deshilachado. No te preocupes si parece que se pinta de blanco cuando pasás la cola, al secar queda así como ves en la foto.
Por dentro una o dos manos de aceite de lino para impermeabilizar. Lo dejé rústico, ya que esta caja es para guardar elementos de jardinería.
Un tiradorcito negro, a juego con las letras....
Listo, seguimos poniendo orden en la casa: fertilizantes, plaguicidas, perlita, herramientas, en fin.... mirá qué prolijito me quedó, vamos a ver cuánto dura.
Miralo, tan campante entre el verdor de los helechos, un auxiliar perfecto las tareas del jardín. No sé si se alcanzan a ver las rueditas que le puse para poder trasladarlo fácilmente por el patio. Por fuera le pasé aceite de lino también, borde de corcho incluido. Lo dejé de un día para otro, y luego lo froté con un trapo de algodón para retirar los restos de aceite que no absorbió la madera.
Acá de medio perfil, rodeado de las hermosas hojas que caen de la enredadera de mi vecina. Vuelan directo a mi jardín tersas, rojizas, cubriendo el césped ya medio seco por el frío.
Porque esta estación opaca, fría y húmeda, también nos sorprende con flores y follaje de colores vivos, como llamitas de fuego para entibiar e iluminar los días nublados.
Por hoy te dejo, me voy a la cocina a tomar algo calentito, ya que está refrescando bastante, se fue el sol... y parece que empieza a lloviznar.
Espero llegar a tiempo para participar una vez más en el
finde frugal de Marcela, quiero ver qué trabajos hermosos presentan las chicas. Te dejo mil besos, y ya sabés que sos bienvenida, te espero siempre!